EXCELENCIA EN LA COMUNICACIÓN

“Hablemos Mejor” analiza la Inteligencia Emocional y sus conceptos

Comenzamos interrogándonos por el significado de la primera palabra: Inteligencia

La real Academia nos dice que inteligencia (del latín intelligentia) es la capacidad de entender, de comprender, de resolver problemas. Conocimiento. Acto de entender, elaborar, y asimilar información para aplicarla adecuadamente.

El concepto de inteligencia se ha ampliado a partir de dos intelectuales y a la vez educadores y psicólogos: Goleman y Gardner. Tradicionalmente qué entendíamos por “ser inteligente”? era ser muy bueno en la escuela especialmente en Matemáticas y en Ciencias.

Gardner nos dijo que hay varias inteligencias y podemos ser nulos en matemáticas pero ser muy buenos deportistas, o músicos, o bailarines, o diseñadores, o arquitectos, o abogados, o pintores, o periodistas, o poetas, o narradores, o artesanos. Planteó el concepto de inteligencias múltiples como un conjunto de elementos independientes y diferenciados

Se redimensiona entonces el significado del término “inteligencia/ inteligente” a partir de este reconocimiento de 8 inteligencias

  • Inteligencia lógica- matemática (realización de cálculos, resolución de problemas, utilización del método científico)
  • Inteligencia lingüística (lectura, escritura y conversación)
  • Inteligencia espacial (representación visual de ideas, creación de imágenes mentales)
  • Inteligencia musical (análisis y creación de música).
  • Inteligencia naturalista (reconocimiento de las relaciones que existen entre objetos o seres)
  • Inteligencia corporal o cinética (utilización de la flexibilidad, de la fuerza, de la coordinación y el equilibrio del cuerpo).
  • Inteligencia intrapersonal (comprensión y control de la propia vida sentimental y emocional)
  • Inteligencia interpersonal (comprensión de las intenciones, deseos y emociones de los otros)

Goleman Planteó el concepto de  inteligencia emocional como «una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía o la agilidad mental.

Una persona inteligente desde el punto de vista emocional es capaz de usar sus emociones y las de las personas que la rodean para crear una línea de pensamiento y de comportamiento que le permita conseguir sus objetivo y sus proyectos vitales. Pensemos en el ejemplo de la escuela tradicional: el “mejor alumno”, exitoso académicamente,  no siempre es al que le va mejor en la vida.

 Fundamentos  y principios de la inteligencia emocional 

  • Conocer las propias emociones: Ser capaz de identificarlas y controlarlas para no quedar a merced de unas emociones incontroladas, lo cual es más que probable que le provoque muchos conflictos y situaciones negativas.
  • Manejar las emociones: Una vez identificadas, tomar conciencia de las mismas, con el objeto de manejar hábilmente esos sentimientos, filtrándolos, suavizándolos si es necesario y reconduciéndolos por la senda adecuada.
  • Motivarse a sí mismo: La orientación de las emociones hacia el logro de objetivos contribuye a aumentar la eficacia de las motivaciones. Por este motivo, emoción y motivación son dos sentimientos que están íntimamente relacionados y pueden retroalimentarse.
  • Reconocer las emociones de los demás. Las personas empáticas tienen una gran habilidad para sintonizar con el resto de personas, captando sus señales, aunque sean sutiles, para averiguar y hasta adelantarse a sus necesidades y anhelos.
  • Establecer relaciones. La competencia y las habilidades sociales constituyen la base para interactuar de forma asertiva con los demás, expresando nuestras ideas y puntos de vista sin molestar a los otros.

Como podemos ver los tres primeros principios pertenecen a la inteligencia intrapersonal y los dos últimos a la inteligencia interpersonal 

Los problemas de las personas en general, y de los adolescentes y los jóvenes en particular, están relacionados con dificultades en la gestión de los sentimientos y las emociones de la educación emocional. A la hora de integrar la inteligencia emocional en la educación hay que tener en cuenta que la gestión de las emociones es un proceso educativo continuo y permanente y, por lo tanto, debería estar presente  en la formación permanente durante toda la vida de la persona.

Por: Lic. Liliana Montenegro