Alberto Ángel Fernández tomó este martes posesión del cargo como presidente de la Nación para el período de 2019-2023 ante la Asamblea Legislativa, luego de que la vicepresidenta saliente, Gabriela Michetti, le tomó el juramento protocolar. Fernández Juró su cargo por “Dios, La Patria y Los Santos Evangelios” y convocó a “la Argentina unida a desplegar vínculos de unidad”, señaló.
Durante el discurso de asunción, Fernández enfatizó: “Los vengo a convocar, sin distinciones, para poner a la Argentina de pie”, dijo y remarcó: “Vengo a convocar a la unidad de toda la Argentina en pos de un nuevo contrato social”.
En otro tramo de sus palabras, instó a que toda la Argentina “le ponga un freno a la pobreza”, porque “sin pan no hay presente, futuro, democracia ni libertad”, por eso confirmó que la primera reunión de Gobierno será para abordar el Plan del país contra el hambre. “Para poner fin a este presente penoso”.
Fernández anticipó que un sistema de créditos no bancarios planea brindar precios a tasas bajas, y que también el cooperativismo y la agricultura familiar serán “actores centrales” de estas nuevas políticos, porque “la cultura del trabajo se garantiza creando trabajos formales, con todos los beneficios de la seguridad social”.
Aseguró que el proyecto de presupuesto debe ser “propio” y “no dictado desde afuera”, y que por ese motivo recién podrá ser posible tenerlo “luego de la renegociación de la deuda y de poner en práctica medidas económicas sociales y de la economía real”.
El Presidente anunció desde el Congreso que su gobierno va a “impulsar un conjunto de medidas económicas y sociales de distinta naturaleza que comiencen a revertir el rumbo estructural de atraso social y productivo”, y agregó, en ese sentido, que convocará a distintos sectores para la “puesta en marcha de un conjunto de acuerdos básicos de solidaridad en la emergencia”.
Asimismo destacó la importancia de que no haya más femicidios, “Ni una menos debe ser una bandera de toda la Sociedad y un deber del Estado”, afirmó y también confirmó que se “abrazará a todos quienes sean discriminados”, subrayó el flamante nuevo primer mandatario nacional.
Se trata de la tercera vez que un mandatario recibe la banda y el bastón en el Congreso Nacional, ya que tanto en el caso de los ex mandatarios Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Mauricio Macri se hizo la ceremonia en Casa de Gobierno.