Mario Romero, secretario general de APINTA, el gremio que nuclea a los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) dialogó con Patricia Leguiza y Noelia Moreyra de Radio Nacional Resistencia e informó de la habilitación de un laboratorio nivel 4 en el que se realizarán testeos de COVID-19: “es un trabajo conjunto entre nuestro organismo y los gobiernos de la provincia de Buenos Aires y el nacional que habilitaron un laboratorio de esas características que está instalado en la localidad de Castelar, hay dos en el país, el otro está en el SENASA”, indicó.
El Secretario aseguró: “después de cuatro años de abandono en el que nos sumió la anterior gestión presidencial podemos decir que todavía estamos en pie y podemos hacer estos test con el método PCR”.
En relación con la situación laboral de los trabajadores especificó: “desde el 2015 perdimos mil trabajadores, no hubo despidos pero se congelaron las vacantes y cuando se produjeron las bajas no fueron reemplazados y eso hizo resentir la presencia de nuestro organismo en todo el país. Hacemos trabajos de alta precisión y tecnología como en este laboratorio y tenemos presencia permanente con los actores de la agricultura familiar por ejemplo, con quienes colaboramos para acercar sus productos a las ferias de proximidad y estamos presentes junto a los que más necesitan”.
El dirigente gremial detalló que laboratorios similares al de Castelar, y que están a la espera de ser puestos en funcionamiento si así lo requieren las autoridades, existen en Bariloche, Córdoba y Tucumán: “en Castelar se pueden hacer hasta 100 testeos diarios”, señaló.
Otro de los aspectos abordados por Romero fue el del trabajo remoto: “el 65% del personal lo está haciendo pero quiero señalar que es imposible seguir en las actuales condiciones, lo efectuamos en la emergencia con la buena voluntad de los trabajadores, indudablemente algunos lo pueden seguir haciendo, pero hay que regularlo y eso no va a ser en forma inmediata. Desde el gremio trabajamos en una encuesta para determinar las condiciones necesarias que requiere este nuevo tipo de trabajo” y se mostró preocupado por “la situación presupuestaria pero también por nuestros salarios que en todos estos años perdieron cerca de un 30% de poder adquisitivo y estamos a la espera de la apertura de las paritarias”.
