COLUMNA DE OPINIÓN

"El Mataco" ( los años setenta siempre vuelven)

En glosario de términos gauchescos y criollos de Argentina refiere a una especie de quirquincho, armadillo, peludo, mulita o piche que, al verse atacado, se enrolla.

Viene a cuento por el nombre que tenía una pequeña fábrica de empanadas ubicada en Independencia y Pichincha, esquina noroeste.

Los hombres que vivían en cercanías de ese lugar de Pueblo Diamante se habían acostumbrado a comprar empanadas los domingos “Para que descanse la patrona”.

Ricas, muy ricas, eran elaboradas los fines de semana por un joven matrimonio que vivía en Cuadro Nacional.

No cedían las elevadas temperaturas en aquel febrero de 1976. Las institucionales, tampoco: crecía el rumor de un golpe de estado en el país.

Los previsores habían encargado su docena el sábado por la tarde; otros llegarían sobre la hora. A unos y otros se les frustró el almuerzo. Cuando (fuente en mano y mantelito) se dirigían al lugar, desde los techos de las viviendas ubicadas en frente, militares les instaban a volverse, chistando primero y dejando ver armas largas luego. Nadie entendía nada; tampoco cuestionaba lo que ordenaban los hombres de verde.

El lunes hubo revelación. “¡Se llevaron al Mataco!” se admiraban las señoras mientras barrían las veredas; “Se lo chuparon” decían los varones empleando un lenguaje acorde a situaciones similares.

El Mataco (Así lo llamaba la gente que emparentaba el nombre del comercio con su dueño) era Aldo Fagetti, un muchacho que trabajaba en la Dirección de Rentas de la Provincia de Mendoza, cursaba estudios universitarios y lo dicho: hacía empanadas. Para algunos era "un Montonero de la Juventud Peronista”. Demasiado ocupado para ser subversivo” evaluaban otros.

Fagetti se convirtió en el primer detenido desaparecido en el sur provincial. Se estima que fue ultimado en los primeros días de marzo del ´76.

El caso Fagetti es emblemático ya que, en 2007, el entonces Juez Federal de San Rafael Héctor Acosta pidió la detención de la ex presidenta María Estela Martínez de Perón, radicada en España, porque Fagetti fue secuestrado en democracia. Otra historia.

El fin de semana conmovió el crimen de Elsa Marta Sosa de Fagetti, la compañera de Aldo, querellante y testigo en el segundo juicio por delitos de Lesa Humanidad que se sustancia aquí. Ocurrió por estrangulamiento en Córdoba. Para la fiscal de la causa, en principio, la muerte no tiene relación con el tema Derechos Humanos.

En abril de 2015, la extinta había declarado que su esposo fue "secuestrado mientras elaboraban empanadas y pasteles, en Independencia y Pichincha, acusando al ex intendente de facto Luis Stuhldreher, uno de los juzgados.

Aquellos años setenta, de una marcada impronta, directa o indirectamente, siempre vuelven.