CAMBIO CLIMÁTICO RAE ARGENTINA AL MUNDO

El humo de los incendios que azota Australia llegó hasta Argentina

El humo provocado por los incendios en Australia llegó a la Argentina, informó este lunes el Servicio Meteorológico Nacional, y aseguró que no afecta “a la salud ni perjudicará la normalidad de los vuelos”. El humo ingresó a la Argentina desde Chile, por la Cordillera de los Andes “a unos cinco mil metros o más”, indicó.
Cindy Fernández, meteoróloga del Servicio, dijo que “si bien no es común” que llegue el humo cada vez que hay un incendio en esa región, “no es la primera vez que sucede”. “Ya ingresó humo semanas atrás, cerca del 6 de noviembre. Es un humo disperso que se puede divisar”, explicó la meteoróloga.

“El único fenómeno que se puede divisar con la presencia de humo es una coloración distinta en el cielo ya que se atenúa la luminosidad del Sol y se puede observar el cielo más gris”, aseguró, y agregó que “durante el atardecer se ve el cielo más rojizo”. Fernández explicó que el humo viajó desde Australia “con presencias de aire de la atmósfera” y que llega “mezclado con el aire”.

“En el viaje el humo se va dispersando en partículas. Una parte de estas partículas se va precipitando en forma de lluvia”, destacó.

 

Los incendios que devastan flora y fauna de Australia son una de las mayores catástrofes ecológicas de las últimas décadas.  El primer ministro, Scott Morrison, admitió días pasados que el nexo entre los centenares de incendios que arden en el país, en una de las peores oleadas del siglo, y el cambio climático, aunque reafirmó su política de cierta neutralidad en medidas fuertes contra el calentamiento global.

Sin embargo, el ministro destacó que el cambio climático es “solo uno de los factores que han causado los incendios junto a la sequía, las quemas preventivas y los fuegos intencionados”, y rechazó las demandas para que su Gobierno modifique sus políticas.

Morrison aseguró que Australia “asume su carga” en la lucha contra el calentamiento del planeta y dijo que gobierno cumplirá el compromiso de reducir las emisiones de gases contaminantes un 26 por ciento en 2030 con respecto a 2005.