Por Daniel Corujo tenis

Coria por Coria

El acceso a la tercera ronda de Federico Coria es, junto a la actuación de Nadia Podoroska, las agradables sorpresas que tiene el tenis argentino en esta edición de Roland Garros.

Y Federico siempre caminó por el circuito con 7n apellido “pesado”: Coria, por supuesto.

Todo lo fenomenal que había hecho su hermano Guillermo lo esperaban de él. Llegaba, de juvenil a un torneo que había ganado “Willy” y lo ponían en cancha central por “portación de apellido”.

Fede muchas veces pensó en dejar el tenis (de hecho por casi un año no jugó), luchó para salir de los Futures y Challengers para llegar al Top-100 y lo logró a los 28 años.

“Guillermo era una Ferrari y yo soy una bicicleta”, repite Coria que cuenta con el apoyo incondicional de su hermano.

“Es un gran premio al esfuerzo de Federico su ingreso al lote de los cien mejores, jugar dos Grand Slams. Nunca bajó los brazos. Estoy muy contento por él”, señaló Guillermo Coria, quien fuera número tres del mundo, a radio Nacional