La columna de Eduardo Anguita PASADO PRESENTE

Con grieta y sin grieta

Pasados 17 meses de gestión, el gobierno de Mauricio Macri da más señales de regresión que de avance en el cambio que prometió durante la campaña de 2015. Los puntos fuertes que sus asesores de campaña creen explotar no son más que los errores de la oposición y el cansancio que buena parte tuvo del estilo confrontativo de Cristina Kirchner. En concreto, el desfile de la propia ex presidenta, sus hijos y algunos ex funcionarios dejaron huellas negativas en una franja de quienes constituyeron una fuerte base social durante un largo período. La falta de autocrítica y la insistencia en no dar argumentos suficientes para demostrar que no hubo corrupción sistémica en los años kirchneristas deja un flanco débil. No solo débil en lo argumental sino en algo más complejo respecto de cuánto de honestidad y sincero sentido cívico y patriótico tuvieron las personas que ocuparon las máximas responsabilidades de gestión.