Alberto Fernández asumió como presidente de la Nación Argentina, durante una Asamblea el Congreso de la Nación. Ante legisladores de ambas cámaras, jueces de la Corte Suprema, jefes de las Fuerzas Armadas y visitantes extranjeros, tomó el tradicional juramento, durante un acto en el que también asumió la vicepresidencia la exmandataria CFK.
Tras recibir los atributos presidenciales de manos de su predecesor Mauricio Macri, Fernández brindó su primer discurso como jefe de Estado.
En ese mensaje, el flamante mandatario denunció el deterioro de los índices sociales, el aumento de la pobreza y el desempleo y el cierre de empresas, entre otros problemas.
También anunció que no le dará curso al Presupuesto que dejó el gobierno saliente, ya que –explicó- no refleja los números reales de la economía.
Además acusó a la anterior gestión de dejar el país en virtual default, si bien afirmó que la Argentina tiene intención de honrar sus compromisos externos.
“Vamos a proteger a los más vulnerables” aseguró Fernández, quien agregó: “los únicos privilegiados serán los que acabaron en el pozo de la pobreza”.
El nuevo mandatario anticipó que convocará a todos los sectores sociales en los próximos días para delinear un paquete de medidas sociales.
También anticipó que su gobierno buscará incrementar el federalismo, y que ampliará el plan de obras públicas, con gran demanda de mano de obra.
Sobre ese particular, garantizó el acceso público a la información sobre los contratos del Estado.
Alberto Fernández ratificó que la Secretaría de Salud volverá a tener rango de ministerio y que durante su presidencia se buscará asegurar el acceso de jubilados a los medicamentos.
Sobre las relaciones exteriores, el nuevo Jefe de Estado dijo que la prioridad de la cancillería será abrir nuevos mercados.
Con respecto a Brasil, Fernández dijo que se apuntará a una relación estratégica con proyectos conjuntos, “apoyados en la histórica hermandad de ambos pueblos”, más allá de las diferencias personales entre los que gobiernan en la coyuntura.