Durante los próximos capítulos nos vamos a detener en la actividad compositiva de Wolfgang Amadeus Mozart durante sus años en Viena, y su importancia dentro del Clasicismo. Las primeras visitas de Mozart a la capital austriaca se dieron de muy joven. De hecho, la primera de ellas fue en 1762, cuando apenas tenía seis años. Esto tuvo lugar dentro de una serie de viajes que la familia estaba realizando por Europa. La permanencia en Viena, uno de los principales centros musicales de la época, culminó con dos presentaciones ante la familia imperial en el palacio de Schönbrunn. La familia Mozart regresó a Viena a finales de 1767 y permaneció en la ciudad hasta diciembre del año siguiente. Allí, Wolfgang recibió el encargo imperial de componer la ópera bufa La finta semplice (que finalmente no fue representada), y el singspiel Bastian y Bastiana. Ésta fue una de las primeras óperas de Mozart, escrita en 1768, cuando tenía doce años. Si bien ya demostraba excelentes habilidades para componer para la voz humana, no deja de ser una obra relativamente sencilla comparada con su producción posterior. En el siguiente link, el aria de Bastiana, interpretada por la soprano Adele Stolte y la Orquesta de Cámara de Berlín, dirigidos por Helmut Koch.

Durante esa breve estadía en Viena (1767-1768), Wolfgang Amadeus Mozart escribió una misa solemne, un concierto para trompeta, varias sinfonías y sus primeros lieder. Cabe mencionar que, debido a su corta edad, muchos de sus contemporáneos pusieron en duda su autoría, manifestando que pertenecían, en verdad, a su padre Leopold (acusación refutada en la actualidad). Compartimos ahora la Sinfonía Nº8 en Re mayor, concluida en diciembre de 1768, semanas antes de que la familia Mozart regresara a Salzburgo. El registro es de The Academy of Ancient Music, con la dirección de Christopher Hogwood.

Wolfgang Amadeus Mozart y su padre regresaron a Viena en 1773 y en 1774. Si bien estas visitas no fueron exitosas, le permitió al joven compositor conocer el nuevo estilo vienés que tenía como una de sus máximas figuras a Joseph Haydn. De esos años datan los cuartetos vieneses, una serie de seis cuartetos para cuerda que demuestran un avance en la madures compositiva de Wolfgang. Cabe mencionar que, en estos cuartetos, es posible apreciar la influencia de los recientemente publicados cuartetos, op.9, 17 y 20 de Joseph Haydn. Cerramos este capítulo con el Cuarteto para cuerdas N°8 en Fa mayor, K.168, interpretado por Festetics Quartet.

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